THE ARTIST MAGAZINE

Anna Dimitrova: «El arte urbano ha pasado de ser muy libre a producir obras mucho más construidas»

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Pionera en el descubrimiento de artistas urbanos, Anna Dimitrova, de origen búlgaro, vive a caballo entre París y Barcelona, ciudades en las que dirige durante todo el año dos galerías de arte. En la parisina avenida Matignon se encuentra Adda Gallery,  dirigida íntegramente al arte urbano contemporáneo. En Barcelona, Dimitrova está al frente de Montana Gallery desde 2010 (la primera especializada en graffiti y street art) que se encuentra contigua a la tienda que vende los sprays más prestigiosos de España (Montana Colors) y cuyo nombre comparten. Te lo cuenta en esta entrevista de Jaime Cavia.

En 2018, y como sucursal de su galería en París,  creó Adda Gallery Ibiza, que después de dos años de parón debido a la pandemia derivada por Covid-19, retomó su actividad el pasado 14 de mayo y contará con tres exposiciones este verano. La primera de ellas, bajo el nombre “Surf Vibes”, muestra una colección de tablas de surf POSCA customizadas por diferentes artistas y camisas hawaianas de la colección de Diego Calvo, y se podrá ver hasta el 17 de julio.

PREGUNTA.- ¿Cómo se adentra en el mundo de arte urbano? 

Siempre he tenido el arte muy cerca. Cuando era pequeña dibujaba a todas horas, cuando crecí leía todos los libros de historia del arte y, con el tiempo, el arte ha ido instalándose en mi mente, en mi vida.

Me licencié en Ciencias de la Información y tengo un Master en Dirección de Marketing, he trabajado años en comunicación y estrategias de marca para multinacionales, pero lo artístico siempre estaba latente y presente en todo lo que hacía. En 2003 organicé en Barcelona un festival de varias disciplinas entre las cuales estaba el graffiti. Ahí tuve mi primer contacto con el arte urbano a nivel profesional, ahí empezó todo. En el 2007 dejé la comunicación y creé mi primera empresa de proyectos artísticos y culturales, NOBULO. Luego, en 2010, empecé con la galería Montana en Barcelona que es el núcleo más importante de arte urbano en España, y más tarde llegaron ADDA Gallery París (2017), Ibiza (2018) y muchos proyectos en los 5 continentes.

P.- ¿Qué entendemos por arte urbano?

Toda intervención artística que se hace en el espacio público, viniendo de su predecesor, el graffiti. Por un lado tenemos el graffiti como práctica original en su forma de vandalismo (pintar muros, trenes… de manera ilegal) que es la base del movimiento. Y por otro lado, el arte urbano que se acerca más al muralismo  y juega con lo figurativo, composiciones geométricas o abstractas, de manera más elaborada.

P.-¿Cómo ha cambiado la visión que se tiene del arte urbano desde que empezó a trabajar?

Hemos pasado de algo muy libre, sin ningún tipo de formación, a obras mucho más construidas, con técnica y composiciones estudiadas. El público ha ido aceptando esta nueva forma de arte, accesible a todos, presente ya en todas las ciudades.

El arte urbano se ha convertido en el punto de mira de galerías y museos, los artistas se han profesionalizado y han evolucionado para entrar de pleno en el arte contemporáneo.

P.- ¿Cómo ha afectado la pandemia al mundo del arte?

Como galería hemos sufrido mucho estar cerrados y no poder exponer. Fue un momento difícil de inactividad forzada. Tanto en exposiciones como en eventos y colaboraciones. Pero también creo que ha servido para hacer un punto y aparte, reflexionar sobre dónde estamos yendo y cómo hacer las cosas mejor. Este parón ha acabado con muchos espacios pero surgen hoy en día nuevas iniciativas, nuevas fórmulas de trabajar y de comunicar, lo cual es positivo y tremendamente motivador.

P.- ¿Busca a los artistas o ellos a la galerista 

Ambas cosas. Recibo muchas propuestas diariamente, algunas encajan y otras no tanto. Por mi lado ,miro en todas partes, hay que investigar y ser curioso para descubrir trabajos y personalidades interesantes. Y no hablo solo de las redes, aunque tienen una gran importancia y dan acceso ilimitado a todo. Pero hablo también de pequeñas y grandes galerías, talleres, museos remotos, festivales de arte e iniciativas privadas.

P.- ¿Cómo surgió Adda Gallery Ibiza? ¿Qué le diferencia de la de París o Barcelona?

La galería en Ibiza surge con una llamada. A principios del 2018 los chicos de Paradiso Art Hotel me llamaron para proponerme abrir una galería en Ibiza. Al principio no lo veía claro, pero cuando vi el espacio dije que sí. Vi que había muchas cosas por hacer y una fuerte demanda cultural. Cuando abrimos, los ibicencos venían y nos agradecían por ofrecer una propuesta artística de calidad. Creo que hace mucha falta en Ibiza. Una programación coherente con un buen comisariado. Traer a artistas internacionales, exponerlos y permitir que el público adquiera obras, que se las lleve a casa, que se acerque un poco más al arte. Me gusta mucho esta labor de abrir un sector. La idea es dar una representación de la escena internacional, centrada en el arte urbano, mostrando el trabajo de artistas jóvenes y otros más establecidos. Siempre con mucha calidad. Todo cambia con París y Barcelona, porque la oferta cultural en Ibiza es infinitamente menor que en las grandes ciudades y es un terreno maravilloso para desarrollar. El público está más relajado, con más tiempo y ganas de descubrir.

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